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Medellín, Antioquia, Colombia
Nació en Medellín. Estudiante de Derecho en la Corporacion Universitaria Americana Es columnista del periódico Gente y ha participado en redes juveniles. Fue el director del grupo de menores de JOLICOOP, un grupo juvenil cooperativista y representante por Colombia en el Encuentro Internacional de Educación Cooperativista realizado en la Ciudad de Asunción-Paraguay. Fue Consejero Municipal de la Juventud del Municipio de Medellín para el periodo 2010-2013 y del Consejo Departamental de Juventud de Antioquia. Impulso la politica publica de juventud de antioquia. Delegado de Colombia para Youth For Human Rights International

martes, 18 de noviembre de 2014

EL PROCESO DE PAZ EN LA HABANA Y EL ENVEJECIMIENTO DE LA CÚPULA DE LAS FARC

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

Las dificultades por las que hoy atraviesa el proceso de paz de La Habana, tienen origen en las maneras como cada bando, sentado en la mesa, asume la negociación. El ambiente preelectoral, las presiones que recibe el Gobierno de los opositores y los miedos que las negociaciones generan en sectores de poder económico, entre otras, son hechos que, sin duda, coadyuvan a que el proceso de paz avance con lentitud. Hay mucho en juego en La Habana, de allí que aparezcan enormes nubarrones que se ciernen sobre la mesa.

Pero existe un factor o elemento del que poco se habla. Y este tiene que ver con el envejecimiento de la cúpula de las Farc. De allí que proponga la siguiente tesis complementaria, que bien podría servir para explicar las razones que hoy tienen las Farc para no levantarse de la mesa, a pesar de los enormes obstáculos que desde Bogotá se lanzan al proceso de negociación. La apuesta por la paz de las Farc se sostiene en una oculta aspiración de los miembros de la cúpula: poder disfrutar los últimos años de vida, sin el acoso de las balas y las bombas oficiales. 

La cúpula de las Farc se envejeció y varios de ellos están enfermos. Entre ellos, alias Jesús Santrich, a quien una ceguera lo acompañará hasta la tumba. Se dice, igualmente que ‘Rodrigo Granda’ y el ‘sargento Pascuas’ están en tratamientos médicos por fuertes dolencias o enfermedades. No sabemos qué problemas de salud tengan Iván Márquez, Marcos Calarcá y Pablo Catatumbo, entre otros tantos. Es decir, a esta cúpula de las Farc les conviene que el proceso de paz se mantenga en el tiempo y que ojalá haya acuerdos que les permita a cada uno de ellos terminar de envejecer  y morir con dignidad. Saben que su estancia en Cuba les permite recomponer fuerzas y revisar su estado de  salud. Igualmente, saben que sus cuerpos han envejecido y que ya no responden a un acoso militar, como el que sufrió Alfonso Cano y que finalmente terminó con su muerte. Alfonso Cano envejeció en la lucha armada y murió acosado y a manos de jóvenes soldados que nunca lo vieron como un anciano con el que pudieron haber conversado sobre el sentido de la guerra.

Esta humana circunstancia cuenta, sin duda, a la hora de pensar en congelar, suspender temporal o definitivamente las negociaciones en la mesa instalada en La Habana. Esa circunstancia, sin duda, la sabe el Gobierno de Santos, de allí que tenga alguna ventaja frente a una cúpula fariana que acusa cansancio.

La voluntad de paz de las Farc, por lo menos de los integrantes de la cúpula que hoy dialoga con el Gobierno en La Habana, está estrechamente ligada al agotamiento, al cansancio y al envejecimiento de los cuerpos de quienes dedicaron su vida a la guerra.

Una cosa es envejecer en la legalidad y disfrutar y/o esperar una pensión con todas las comodidades del caso (como los casos del presidente Santos y el de sus delegados en La Habana), y otra muy distinta es ver la dolorosa metamorfosis que sufre el cuerpo en medio de la guerra. Los guerrilleros saben eso, por lo menos los más viejos deben reconocer que haber dedicado la vida a un proyecto revolucionario que se hizo anacrónico y morir ejecutado en un operativo, no puede jamás considerarse como un triunfo.


A ese hecho humano, se suma un innegable vacío de poder que debe estar generando entre las filas de las Farc la ausencia de los máximos cuadros dirigentes, quienes desde Cuba intentan mantener la cohesión de una organización armada ilegal que perdió espacios de encuentro, como los campamentos de Uribe, Meta, para el desarrollo de actividades de reclutamiento, entrenamiento y adoctrinamiento militar y político. Esta circunstancia permite que la unidad de mando se resquebraje, en especial cuando hay jóvenes comandantes de frente que operan sin mayor convencimiento ideológico y político. Y peor resulta el panorama para la unidad de mando de las Farc, cuando el reclutamiento de menores se hace en medio de grandes dificultades logísticas, resultantes de los fuertes y constantes operativos de las fuerzas militares. De allí su insistencia en que se pacte un cese bilateral del fuego.

Por el lado del Gobierno, si bien resulta creíble su voluntad de paz, la debilitada gobernabilidad de Santos le impide no sólo consolidar en el país un ambiente favorable al proceso y hacia lo acordado hasta el momento, sino convocar a los sectores sociales, económicos y políticos que hoy se oponen al proceso de paz, a lo negociado en el primer punto de la agenda, pero especialmente, a quienes se resisten al único mecanismo de refrendación en el que creen las Farc: la Asamblea Nacional Constituyente.

Santos no cuenta con la fuerza política suficiente para convocar a los industriales, a los banqueros y a otros actores de la sociedad civil, en torno a una idea de paz que claramente no sólo conviene a la cúpula de las Farc, sino a todo un país que ve como se malgastan millones y millones de pesos en un gasto militar que no parece tener límites y mucho menos controles políticos y fiscales. De allí que haya tanta resistencia por parte de los militares activos, quienes a través del ministro Pinzón, terminan apoyando la continuidad de la guerra, al defender las condiciones laborales que les garantiza las exigencias de un orden público alterado, por cuenta de la permanencia del enemigo interno.

A la débil capacidad de convocatoria de Santos se suma, como en otros procesos, la injerencia de los medios masivos de comunicación. El rol político y económico de estas empresas mediáticas viene siendo clave y decisivo para los últimos procesos de paz. En los diálogos de paz del Caguán, los medios masivos fueron determinantes no sólo a la hora en la que Pastrana dio por terminada la negociación y puso fin a la zona de distensión, sino durante todo el proceso de negociación. Los medios masivos son un actor político subsidiario del poder de los conglomerados económicos que hacen posible su existencia y presencia en los centros de poder, es decir, en las principales ciudades del país. De allí que el ambiente de los diálogos de paz sea cada vez más negativo y con él, se generen los más contradictorios imaginarios colectivos alrededor del devenir de las negociaciones.

Juegan también del lado del gobierno, hechos y circunstancias como la proximidad de los comicios de 2014, la reelección presidencial, las débiles instituciones democráticas e incluso, el carácter adyacente de un conflicto armado que no logrado penetrar las conciencias de millones de colombianos que, a pesar de su presencia, han logrado vivir en condiciones aceptables y/o relativas de seguridad y tranquilidad.  Se suma a lo dicho, la fuerte oposición política que aún arrastra el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, a pesar de ingentes esfuerzos de políticos y periodistas que apelan a toda clase de estrategias, incluyendo los medios masivos y las redes sociales, para enlodar su nombre, a través de las siempre dudosas actuaciones y decisiones cuando fungió como Presidente. No olvidemos que en los más recalcitrantes sectores de la Derecha colombiana, Uribe sigue siendo un alfil inmejorable para dar continuidad a la guerra, sin que ello implique, claro está, acabar de manera definitiva con las guerrillas. 


Al final queda claro que los esfuerzos de paz son cada vez más fuertes en el lado de una cúpula de las Farc envejecida y cansada, cuyos comandantes buscan un digno retiro después de haber dedicado sus vidas a la guerra; y queda claro, que desde la comodidad que le da estar en el poder y de representar los intereses de una élite y de un Establecimiento que han preferido vivir en guerra, a ceder un ápice a las viejas pretensiones de las guerrillas, Santos sabe que él sí tiene asegurada una vejez tranquila, logre o no logre firmar la paz con la otoñal cúpula de las Farc. 

Principio Constitucional del Juez Imparcial

 Por: Juan Pablo Restrepo Correa
Si bien, luego de ver los principios procesales que emanan de nuestra constitución, es importante resaltar que a nuestro modo de pensar, considerar que el principio del debido proceso es fuente natural de los demás principios procesales constitucionales, es importante mencionar esto, para establecer que todos los principios van en concordancia con el debido proceso.
Para hablar del principio de juez imparcial, es necesario hablar del concepto de imparcialidad; la imparcialidad alcanza a interpretarse como una apreciación de igualdad  y justicia que se cimenta en decisiones, esta vez judiciales, tomadas con neutralidad. Básicamente, esto nos da a entender que el sujeto encargado de juzgar es decir, el juez, tendrá que mantener la imparcialidad y no dejarse predominar por prejuicios o emociones que lo encaminen a intentar favorecer a una de las partes dentro de un proceso judicial.
Para comprender el criterio de imparcialidad tenemos que tomar cualquier conflicto judicial y fraccionarlo en tres partes. En un lado están los intereses y las afirmaciones de una de las partes dentro del litigio. Por otro lado los intereses y las afirmaciones de la otra parte y en el medio de esas dos partes, se encuentra la imparcialidad del juez: en base a afirmaciones objetivas, a los hechos sucedidos, mirándolos desde la objetividad, luego de explicar la imparcialidad,  podemos decir que esta es la vía a una decisión justa.
El juez entonces tendrá que actuar con potestad para procesar y sentenciar el litigio de las partes y debe tener claramente el carácter de imparcial, para esto, no puede estar colocado en la posición de parte, puesto que nadie puede ser parte y juez al mismo tiempo en un litigio;  entonces, debe carecer de todo interés subjetivo, directo o indirecto, en la solución del litigio y debe proceder sin subordinación jerárquica con respecto de las dos partes.
Entonces el juez es un verdadero tercero en el litigio en situación de evidente neutralidad, respecto de las partes procesales.
Constitucionalmente el principio de juez imparcial se puede garantizar por medio de dos instituciones; el impedimento y la recusación.
Veamos entonces que el impedimento, parte de la voluntad del juez dentro de un litigio, es decir, el juez determina voluntariamente alejarse del proceso porque directa o indirectamente tiene un interés motivador dentro del resultado final del litigio, cumpliendo así la imparcialidad como principio procesal constitucional. Nos basamos entonces en la voluntad y en la ética del juez para alejarse.
La otra institución para garantizar la imparcialidad del juez, como principio procesal constitucional, es la recusación; basada en la voluntad ajena del juez  y es entonces cuando una de las partes le solicita al juez, que se retire del conocimiento del proceso judicial, por que puede tener algún interés motivador en el resultado del mismo.
Existen varias causas para que las partes puedan proceder a recusar al juez y es que  el juez sea pariente, amigo o enemigo, compadre, deudor o acreedor de alguna de las partes; que el juez haya recibido regalos por una de las partes,  O que el juez haya prejuzgado antes de conocer el caso.

Si el juez recusado, después de que la parte que recusa presente las pruebas,  insiste en no alejarse del caso, porque considera improcedente la recusación, debe comunicárselo inmediatamente a su superior, para que sea este quien en audiencia decida si deja sin competencia al juez recusado para el litigio.

miércoles, 31 de octubre de 2012

¡A recuperar la Patria!




"No vinimos a quejarnos, llegamos a trabajar" Es la frase del Doctor Álvaro Uribe Vélez que define con perfección el objetivo de Oscar Iván Zuluaga que es recuperar nuestra Patria.

El Diccionario de la RAE nos ofece varias definiciones del verbo "recuperar" y son : 1. Volver a tomar o adquirir lo que antes se tenía. 2. Volver a poner en servicio lo que ya estaba inservible. 3. Trabajar un determinado tiempo para compensar lo que no se había hecho por algún motivo. 4. Aprobar una materia o parte de ella después de no haberla aprobado en una convocatoria anterior. 5. Volver en sí. 6. Dicho de una persona o de una cosa: Volver a un estado de normalidad después de haber pasado por una situación difícil.

Así pues, nuestra Patria debe volver al estado en que se encontraba en esos gloriosos 8 años que vivimos gracias a nuestro ex mandatario Álvaro Uribe y el medio idoneo para lograrlo es la Presidencia de la República 2014 en cabeza de un líder defensor de los valores democráticos, que no se vende, que ama al país, que da la cara y no nos deja solos en estos tiempos de oscuridad resultado de la traición, la deslealtad, el irrespeto a la democracia, la inaceptable legitimación de terroristas y la confabulación con mandatarios internacionales que apoyan y avalan el desangramiento de América Latina en su seguridad, en su economía, en su desarrollo, en su vida  - política, militar, histórica, educativa, económica -, ayudados por parlamentarios lagartos que venden al país por un plato de lentejas.

La extensa trayectoria del Doctor Óscar Iván Zuluaga, su acompañamiento a los colombianos en cada uno de los rincones del país a los que ha ido hablando de frente, mirando a los ojos, su alto compromiso con los valores democráticos y profundo aporte a los logros de la gestión del Doctor Uribe, así como su profundo amor por la Patria denotado en cada una de sus acciones y propuestas como precandidato a la Presidencia de la República, sumado a los logros obtenidos años anteriores en pro de nuestra nación y que no en vano le hicieron dos veces mejor ministro del año y mejor ministro de Latinoamérica en 2009, nos devuelve la ilusión de recuperar el país en 2014, con la confianza y seguridad de que no seremos traicionados en nuestra fe. 

Esta ilusión de recuperar el país en 2014, nos compromete a los colombianos: niños, jóvenes, adultos, estudiantes, empresarios y trabajadores, votantes y no votantes, residentes en el país o en el extranjero - como actores activos y como afectados o  beneficiarios finales del rumbo político que tome nuestro país y de la agenda nacional  - a tomar de la mano a nuestro amigo, el Doctor Óscar Iván Zuluaga y acompañarlo en el camino emprendido hacia la consecución de Colombia libre, en paz, próspero, productivo, democrático, incorruptible y defensor real de los derechos de sus ciudadanos.

La reconstrucción y refundación de nuestra Patria es posible como nos lo demostró Álvaro Uribe y para ello es fundamental nuestro apoyo en este objetivo puesto que finalmente somos nosotros, los colombianos, quienes sufrimos día a día el arrebato del país por parte de sus enemigos y en complicidad con quien debería actuar como el máximo comandante de las Fuerzas Armadas del país. Aprovechemos, hagamos buen uso de la ventaja de que nuestra esperanza, Óscar Iván Zuluaga, nos permite ser incluyentes, hablarle al oído y nos reconoce, como hace un gran líder, como cogestores, corecuperadores y corefundadores de esta Patria nuestra que tantas glorias no ha dado. 

martes, 30 de octubre de 2012

¡El Vehículo es un Nuevo Partido!


El vehículo es un nuevo partido! 

La esperanza que representa para Colombia el profundo compromiso e innegable amor por la patria de Álvaro Uribe Vélez acompaña al sinsabor que sentimos millones de colombianos respecto al futuro político del país. Ya no se trata de despertar y descubrir que efectivamente Juan Manuel Santos nos estafo y defraudo una vez posesionado como Presidente de la República, elegido gracias a la excelente gestion del expresidente Uribe a través del Partido de la U, del cual hay que aclarar: es el partido de la U de Untados de Mermelada, no U de uribistas.

Los uribistas, es decir, quienes aún siendo de distintos sectores políticos y de opinión, somos conscientes de la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas para lograr que Colombia sea un país soberano, justo y libre basado en los postulados de la Seguridad Democrática, la Inversión Económica, la Cohesión Social y el Estado de Opinión como fase última del Estado de Derecho, afrontando nuestra cuota de responsabilidad en la situación critica - y empeorable- que vive nuestra nación pedimos frecuentemente al Doctor Uribe que lidere la  conformación de un nuevo partido para presentar una lista única al Senado y Cámara de Representantes con mira a las elecciones que se acercan y que definirán el rumbo que tomará nuestro país en el 2014 que esperamos sea encausado y no estancado como hoy en día.

El Doctor Uribe en medio de la nostalgia que debe representar para El abandonar un partido abanderado por la persona en quien deposito su confianza para ministrar la seguridad y defensa del país y posteriormente como candidato para dar continuidad a un proceso que merecía seguir y en medio de la prudencia y sapiencia que le caracterizan, se refirió al tema en una reunión que tuvo lugar el día 25 de Octubre en Medellín y expuso su posición diciendo "Yo no tengo claridad en que hoy haya que crear un nuevo partido". 

El asunto no es quien fundo el partido sino sobre que postulados se creó, esto es, sobre la base del legado del Ex Presidente Uribe. Respecto a esto es clarísimo que no todos los uribistas hacemos parte de este partido y no todos los militantes de este partido, sobretodo en el ámbito parlamentario, siguen los lineamientos de la Seguridad Democrática. 

Uribe, como bien El mismo expreso, tiene claro que hay que dar la batalla, lo que no tiene claro es el vehículo. Pues bien, Presidente, el vehículo es la conformación de un nuevo partido YA, un partido coherente y consecuente con las necesidades reales de los colombianos, en cuanto a seguridad, derecho a la libertad, a opinar e informar, derecho a la movilidad, a la paz, entre otros, que cada día son mayores y más imperiosas y que son consecuencia del abandono y fraude por parte del Presidente actual y cuyo daño no es mayor porque aún gozamos del resultado de la buena administración 2002  - 2010. 

Hay que buscar la forma para que las bases uribistas representadas en alcaldes y concejales del país no queden abandonadas en este tiempo restante de Gobierno, sin embargo eso no representa mayor dificultad. 

Lo invitamos Doctor Uribe a que utilice el marco de la Convencion Nacional del Partido de la U llevada a cabo el domingo y que, con la usanzas acostumbradas de Santos tratara de hacer creer al país que cuenta aún con su respaldo al partido, a sus miembros y por consiguiente a sus iniciativas como las desde ya fallidas negociaciones con terroristas, para que diga adiós y nos montemos al vehículo hacia la recuperación de la Democracia en el país: Un Partido respetuoso y amoroso de la Patria, creado por el clamor de los habitantes de Colombia que se desangra día a día y que requiere retomar el rumbo de los valores democráticos.